La Cornisa Vasca es un espacio natural protegido que se extiende desde Ciboure hasta Hendaya, en una distancia de unos diez kilómetros.
Con su política de preservación de zonas naturales sensibles, Hendaya también tiene un lado «salvaje«.
Con vistas al océano Atlántico y a los pies de los Pirineos, descubra los flysch, esas impresionantes formaciones rocosas en estratos verticales, bajo el Parque de Abbadia, que constituyen el encanto de la Cornisa Vasca.
El lugar se caracteriza por escarpados acantilados, calas y dos famosas rocas, «Gemelas», que atestiguan el retroceso del litoral. En sólo unos cientos de metros, los acantilados cuentan la historia de millones de años de historia de la Tierra.
Extensas praderas, páramos atlánticos y bosquecillos esculpidos por los vientos crean una imagen de la naturaleza que contrasta con las cercanas ciudades de Hendaya y Biarritz.
Granja Asporotsttipi
Cuando llegues a Hendaya, la Maison de la Corniche (o granja Asporotsttipi) es la puerta de entrada al Domaine d’Abbadia, y no es otra cosa que el centro vasco de interpretación de la Corniche: ¡aquí te lo explicamos todo!
Propiedad del Conservatorio del Litoral, este antiguo caserío vasco está abierto a todos gratuitamente, y es especialmente adecuado para familias.
Su exposición interactiva permanente te descubre las particularidades y secretos de la Cornisa Vasca. Geología, flora, fauna, actividades humanas, ¡este espacio natural no tendrá más secretos para ti!
La Maison de la Corniche está abierta todo el año para acoger a los excursionistas que deseen explorar el Domaine d’Abbadia o disfrutar de una vista del océano. La entrada es gratuita.
No te pierdas la visita a Abbadia, el Castillo Observatorio…